INTRODUCCIÓN DE Cosme Beccar Varela
La tiranía tiene sirvientes fieles y sádicos, como el juez Rosanski, el que condenó al Padre von Wernich a cadena perpetua por crímenes que no cometió y que, por su inexistencia, obviamente, nunca fueron probados, al cabo de unas audiencias en las que las "arpías-de-plaza-de-mayo" azuzaban a los "jueces" para que ni se les ocurriera absolver al Padre. Poco le costaba al juez Rosanski cumplir con este mandato de sus amos porque él mismo participa deleitosamente de ese odio contra la Iglesia Católica y el sacerdocio auténtico. ¿Por qué es así? ¿Fue terrorista o tiene parientes que lo fueron? ¿Es marxista? ¿Es ateo? ¿Es un odio religioso por diferencia de credos? No lo sé, pero lo que sí sé es que persigue al Padre von Wenirch con todo el poder de que goza como juez federal puesto al servicio de sus inquinas personales.
Ahora bien, el sistema legal argentino no permite que un juez parcial tenga sometido a su potro de torturas a alguien que odia en forma personal. Y esto es lo que está ocurriendo con el Padre von Wernich, secuestrado en el campo de concentración de Marcos Paz y obligado a pedir permiso al juez Rosanski para cada cosa que necesita, a lo que el juez Rosanski sistemáticamente responde que no. ¿Por qué? Porque no.
Ahora tenemos una prueba categórica de que el juez Rosanski odia al Padre von Wernich. Lo que el Padre denuncia en el escrito que publicaré a continuación es una prueba evidente de que ese juez actúa con un odio manifiesto contra el Padre. Es un hecho nuevo que exige una recusación con causa del personaje (al que me resisto a llamar "juez").
No es un "hecho nuevo" de la causa principal que está en apelación ante la Corte Suprema , sino del incidente de recusación de Rosanski ahora como pretendido "juez de ejecución" de la sentencia apelada. Cabe perfectamnte alegarlo para recusar con causa a ese aparente prevaricador y si el Tribunal Superior conserva alguna clase de lealtad a la ley debería admitirla de inmediato.
Si por alguna de esas cosas de la vida, algún día yo fuera juez de ejecución de una sentencia dictada contra el juez Rosanski (que en ese caso con seguridad sería de una justicia resplandeciente), aunque yo nunca lo trataría con el sadismo con que él trata al Padre von Wernich, de todas maneras, por el recuerdo que yo conservaría de su actual conducta y por una cuestión de honor, yo me excusaría. Y si tuviera la desvergüenza de no excusarme y el juez Rosanski me recusara con estos fundamentos, yo me allanaría. Lo juro.
En cambio, Rosansky no tiene la menor intención de excusarse ni de admitir la recusación. Lo que él quiere es torturar psicológicamente al Padre hasta que muera. Porque cabe agregar que el Padre es cardíaco, tiene alta presión, entre otros males, 71 años, y angustias como las que le causa Rosanskyi permanentemente PUEDEN MATARLO.
Y Rosanski lo sabe por lo cual algún suspicaz podría sospechar que existe en su retorcida mentalidad una intención homicida. Si el Tribunal Superior que juzgara la recusación resolviera que no tiene fundamento y la rechazara, sería como darle carta blanca a Rosanski para seguir con sus maniobras homicidas, voluntarias o no pero, tan obvias que no pueden pasarle desapercibidas. Ese Tribunal Superior sería, por lo tanto, cómplice necesario del eventual homicidio.
Estas no son más que hipótesis, pero tienen "fundamentum in re" y tanto que estoy convencido de que son veraces. Dios quiera que en los jueces que deben resolver la recusación quede alguna gota de justicia como para aceptarla y designar como juez de ejecución -si es que la Corte Suprema no revoca la inicua condenación del Padre- a un magistrado verdaderamente imparcial, equitativo y hasta misericordioso, como deben ser todos los jueces. Eso, hasta que se "les dé vuelta la tortilla" a estos tiranos, en cuyo caso, no será necesario.
Publico a continuación el escrito presentado por el Padre von Wernich en el tribunal del juez Rosanski el 24/9/2009 cuyo texto es capaz de conmover hasta las piedras. pero no a Rosanski.
ESCRITO DEL PADRE VON WERNICH DENUNCIANDO LAS TORTURAS A QUE LO SOMETE EL JUEZ ROSANSKI
Penal de Marcos Paz, Septiembre 24, 2009
Señor Presidente del Tribunal Oral N° 1
La Plata , Bs. As.
Christian Federico von Wernich, por mi derecho, preso en el Complejo de Marcos Paz, en el Incidente de Ejecución de sentencia N° 2506 del año 2007, al Señor Presidente digo:
El 17 de abril último recibí, en la cárcel, la copia de actuación por la cual se me comunica el cómputo de la pena practicado por Secretaría con la firma del Secretario Mauricio Ernesto Macagno y aprobado por el Presidente del TOF N° 1 de La Plata Dr. Carlos Alberto Rozanski, conforme a lo cual puedo obtener mi libertad condicional el 24 de Septiembre de 2038.
Y el 14 de septiembre recibo otro envío igual para comunicar otro decreto del mismo Juez Dr. Carlos A. Rozanski, ahora como Juez de Ejecución, informando que lo anterior no tiene efecto porque la condena no está firme.
El error burocrático es un hecho de mal gusto cargado de ironía. El Juez firmante, Dr. Rozanski, sabía perfectamente, en abril, que la sentencia no está firme; sabía por lo tanto que no procede pasar a la etapa de ejecución regulada en el libro V del Código Procesal.
Sabía también que la reclusión perpetua se extingue con la vida del condenado, igual que sabe o debería saber que la libertad condicional se pide y considera cuando indica el artículo 13 del Código Penal, no al hacer la cuenta lisa y llana. No obstante alteran la paz, que tengo y cuido, esos comunicados sin sentido.
El Sr. Juez Rozanski ha irrumpido en mi injusta prisión con dos comunicados sin sentido, tratando de torturarme psicológicamente quitándome la paz, quitándome la concentración para rezar y profundizar mi vida espiritual como sacerdote de la Iglesia Católica y motivando un estado de angustia que diariamente tengo que superar para no caer en una depresión.
Es una actitud propia de una soberbia autoritaria del Señor Juez Rozanski, dirigida a incomodar al indefenso desde la adversión y el odio. El juez Rozanski tiene más preparación que yo para leer y entender el texto de la ley que aplica, pero no atina en ver en la letra lo que está allí, claro y bien escrito.
El Sr. Juez me molesta en abril para hacerme saber que septiembre de 2038 podré gestionar mi libertad condicional, dato del futuro que no hace en absoluto al cómputo de la pena perpetua y que en todo caso debió ordenar cuando la causa está concluida y puede darse por juzgada.
El Sr. Juez Rozanski sabe que no estaré aquí para entonces pues tendré mas de cien (100) años. Y sabe igualmente que no le tocará a él otorgar o negar la libertad condicional de que habla. No debió errar así de todos modos, y menos prejuzgar sobre lo que habrá de suceder o no el día de mañana con la pena que se ingenió para imponer en el juicio. Es obvio, para cualquier mirada objetiva, que mi caso fue una cuestión personal para el Sr. Juez Rozanski que zanjó su aversión en el juicio.
Acepto el destino que me ha sido impuesto confiando en que cada quien rendirá finalmente las cuentas que debe por sus actos a Dios, fuente de toda Razón y Justicia. Le encarezco al Tribunal solicite al Juez Rozanski no altere la libertad que tengo con mortificaciones y torturas psicológicas amparándose en el cargo que detenta.
El Sr. Juez Rozanski debe excusarse en el futuro de actuar como juez de ejecución de mi condena pues, si no quiere confesar el claro sentimiento de rencor que lo anima, aceptar al menos que no debió prejuzgar sobre una libertad condicional que habrá que considerar en su tiempo.
El Sr. Juez Rozanski no debió erigirse a si mismo en el papel de juez de ejecución. Menos aún prematuramente, antes que las actuaciones estén en estado.
Agregue el Tribunal el presente a los autos, declare la nulidad de lo actuado en este incidente de ejecución desde su formación hasta ahora e inhiba de intervenir en el futuro en el carácter que se arroga en lo actuado al juez Carlos Alberto Rozanski como mi juez de ejecución.
Proveer de conformidad
Será Justicia
Pbro. Christian von Wernich
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