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lunes, 30 de junio de 2008

Por una Argentina Nacionalista y Rosista


" SI ROSAS SE LAVANTARA DE SU TUMBA A CUANTOS ESCARMENTARIA ; EL PAIS QUE HOY SE DERRUMBA CON UN ROSAS SE SALVARIA "


viernes, 20 de junio de 2008

Belgrano y la Nación Argentina



Me interesa reflexionar sobre Belgrano y la Nación Argentina, debido a que se están programando actividades para celebrar en el 2010 el Bicentenario de la Argentina. En realidad, es un aniversario equívoco. Si se toma la expresión Nación Argentina como equivalente a Estado Argentino, es necesario decir que el mismo no quedó constituido el 25 de mayo de 1810, fecha en que se formó un gobierno propio, pero provisorio, hasta que el Rey Fernando VII -que estaba preso de Napoleón- reasumiera su corona. El Estado Argentino sólo surgiría seis años después, con la Declaración de Independencia. En efecto, al asumir sus cargos los integrantes de la Junta Provisional Gubernativa, consta en el acta de acuerdos del Cabildo: "el presidente [Saavedra], hincado de rodillas y poniendo la mano derecha sobre los Santos Evangelios, prestó juramento de desempeñar lealmente el cargo, conservar íntegra esta parte de América a nuestro Augusto Soberano Fernando VII y sus legítimos sucesores y guardar las leyes del Reino...".
Por otra parte, si se toma la expresión Nación Argentina en su sentido sociológico, como conjunto de personas que conviven en un mismo territorio y poseen características comunes: étnicas, linguisticas, culturales, históricas y religiosas, y manifiestan el deseo de continuar viviendo juntas; la Argentina ya estaba consolidada antes del 25 de mayo.
Belgrano estuvo vinculado a ambos hitos históricos, pues fue nombrado Vocal de la Primera Junta en 1810; pero antes, en 1806 -año en que puede considerarse quedó manifestada la existencia de la nación- había participado activamente en la resistencia ante las invasiones inglesas.
Confiesa Belgrano en su Autobiografía, haberse sentido avergonzado de ignorar hasta los rudimentos más triviales de la milicia, lo que no le impidió ocupar su puesto de Capitán de Milicias Urbanas. Concretada la ocupación inglesa de Buenos Aires, Belgrano prefiere retirarse a la Banda Oriental, donde permanece hasta producirse la Reconquista de la ciudad. Cuando los integrantes del cuerpo de Patricios eligieron a sus jefes, Belgrano fue elegido Sargento Mayor, y, para sentirse útil en dicho cargo, tomó un maestro que le diese instrucción militar, considerando que no es lo mismo vestir uniforme que ser militar.

Consideramos que en ocasión de las invasiones inglesas, quedó en evidencia que la Argentina como nación estaba ya consolidada pues:

1) Existía ya en esta parte del territorio del Virreynato del Río de la Plata, mayoría de criollos, algunos de los cuales, como el mismo Belgrano, desempeñaban funciones públicas de importancia.

2) Existía, como lo afirma el sociólogo Guillermo Terrera, una cultura criolla argentina que para los años 1700/1750, tenía caracteres propios y definidos.

3) No existían en número suficiente tropas profesionales para repeler el ataque extranjero, de modo que la resistencia estuvo a cargo de las milicas criollas y de los vecinos que se sumaron voluntariamente a la lucha. Sería impensable que esto ocurriera en una sociedad cuyos integrantes se conformaran con ser una colonia. Precisamente, la decisión masiva de los criollos de combatir, revela a un pueblo con identidad propia que asume la defensa de su tierra, pese a la ausencia del Virrey.

Los recuerdos de Belgrano sintetizan bien la opinión general del momento: "me era muy doloroso ver a mi patria bajo otra dominación, y sobre todo en tal estado de degradación que hubiese sido subyugada por una empresa aventurera...". Luego acota que como el Consulado tenía jurisdicción sobre todo el Virreynato, le manifestó a los demás funcionarios del organismo, que él como Secretario del mismo, debía trasladarse con el archivo y sellos a donde estuviese el Virrey Sobremonte, y que de ningún modo convenía a la fidelidad de los juramentos que habían efectuado, que reconocieran la autoridad del monarca inglés. Pero los demás miembros decidieron someterse a las autoridades británicas, por lo que Belgrano prefiere exiliarse.
En otro pasaje de sus memorias, destaca la actitud de los soldados voluntarios en la Reconquista y posterior Defensa de 1807: "era gente paisana que nunca había vestido uniforme y que decía con mucha gracia que para defender al suelo patrio no habian necesitado aprender a hacer posturas, ni figuras en la plaza pública para diversión de las mujeres ociosas".
Siendo Belgrano ayudante de campo del cuartel maestre general, tuvo oportunidad de hablar con los oficiales ingleses prisioneros. Al Brigadier General Craufurd, que le insinúa la conveniencia para los criollos de aceptar el protectorado inglés para lograr la independencia de España, le contesta "nosotros queremos el amo viejo o ninguno".

Al tomarse conocimiento en Buenos Aires, que Napoleón había sido derrotado, y Fernando VII recuperado su libertad y entrado en Madrid en mayo de 1814, el gobierno argentino, presidido por el Director Posadas designa a Belgrano como enviado extraordinario ante Su Majestad Británica, pero con misión oficial ante Fernando VII, "para obtener de sus reales manos la seguridad de las pretensiones de estos pueblos, compatibles con los derechos de la Corona, y la cesación de las calamidades en que han envuelto al continente americano la insensatez, la pasiones y la ambición de las autoridades que dejó el reinado anterior y continuaron los gobiernos establecidos en su ausencia".
Estas consideraciones del Director Posadas reflejaban las motivaciones de mayo de 1810, y el sentido que se daba a las palabras libertad e independencia. Libertad significaba respeto de los derechos de los criollos, vulnerados por la prepotencia de las autoridades metropolitanas borbónicas. Independencia significaba exclusión de toda dominación extranjera -francesa, portuguesa o británica- que pretendiera usurpar estas tierras al rey español, aprovechando su prisión. De todos modos, mientras Belgrano permanecía en Europa, los congresistas de Tucumán resolvieron separarse de España y de todo otra dominación.
No hubo un doble discurso en las autoridades criollas, sino que el surgimiento de un Estado soberano en el Río de la Plata, resultó de un proceso derivado de la crisis del régimen hispánico. Durante el reinado de Carlos III triunfa en España el despotismo ilustrado, y fue la propia monarquía borbónica, al adoptar las ideas de la ilustración, la que socava los fundamentos tradicionales en que se apoyaba el Imperio español. Tanto los criollos como los españoles residentes en américa, percibieron que ya no participaban en una gran empresa misional como la que había comenzado en el siglo XVI.
Se produjo un abandono paulatino de las provincias del imperio por parte de la metrópoli, que crearon una separación de hecho entre ella y los dominios de ultramar. En 1790 deja de funcionar la Secretaría del Despacho Universal de las Indias, pasando a depender sus trámites de los otros Secretarios de Estado, con la consecuencia lógica de que los funcionarios del rey delegaban los problemas de américa en empleados subalternos que no tenían facultades para resolverlos. Por otra parte, las guerras contra Inglaterra, que domina el Atlántico, paralizan el tráfico entre ambos sectores del imperio, situación agravada desde la batalla de Trafalgar (1805) donde quedó destruida la marina española. De modo que en los últimos cuatro años del régimen hispánico, el nuevo mundo estuvo desvinculado de España y sus pobladores comenzaron a habituarse a actuar por sí mismos.
Así lo explica nuestro héroe en sus memorias: "de allí que sin que nosotros hubiésemos trabajado para ser independientes, Dios mismo nos presenta la ocasión con los sucesos de 1808 en España y en Bayona. En efecto, avívanse entonces las ideas de libertad e independencia en América, y los americanos empiezan por primera vez a hablar con franqueza de sus derechos." Dos años después, llega a Buenos Aires la noticia de la entrada de los franceses a Andalucía, y la disolución de la Junta Central, lo que impulsa a un grupo de patriotas, liderado por el Coronel Saavedra a intervenir para "quitar las autoridades, que no sólo habían caducado con los sucesos de Bayona, sino que ahora caducaban, puesto que aún nuestro reconocimiento a la Junta Central cesaba con su disolución...".

La conclusión de este recuerdo del prócer, en momentos en que la nación argentina se está desdibujando, por la pérdida de la concordia cívica, y el intento de suplantar nuestra tradición cultural por ideas de cuño gramsciano, es que sólo seremos dignos herederos del general Belgrano si situamos el verdadero Bicentenario de la Nación en la emulación del espíritu de la Reconquista, y convocamos a los patriotas dispersos, a modo de retreta del desierto, para los arduos combates que nos esperan si queremos restaurar la Argentina.






Mario Meneghini





Fuentes:
-Zorraquín Becú, Ricardo. "La organización política Argentina, en el período hispánico"; Buenos Aires, Perrot, 1981.
-Rottjer, Aníbal Atilio. "El general Belgrano"; Buenos Aires, Don Bosco, 1970.
-Belgrano, Manuel. "Autobiografía".



¡ FELIZ DIA DE LA BANDERA !


La Bandera

La Bandera es ese paño,

que simboliza la Patria,

y es el manto de la Virgen ,

patrona de toda hazaña.

Que por eso fue creada ,

de color azul y blanca

cuando hizo falta una enseña ,

previo previo a la batalla


la que resistío al demonio

en la selvas tucumanas .

La que envolvío al camarada

en ese último viaje :

hacia las mismas entrañas

de la tierra americana,

la que ha tremolado al viento

sobre tantas mentes claras,

defendiendo a la Nación

de invasores de otras playas.

La que llena de crespones

mordiendo penas y lágrimas,

cada dos de Abril recuerda

su gesta contemporánea.

Cuando jures la Bandera


te acerques a besarla,

piensa que pones los labios

en el rostro de la Patria.

Será el gesto más puro,

la caricia más honrada,

porque al besar la Bandera

besas la Argentina amada.

Entre sus pliegues de seda

se quedarán tus palabras,

para que el Señor te premie

si las cumples y las guardas.

Y si al fin mueres por ella,

ella será tu mortaja,

tu cuerpo descansará

en los brazos de la Patria,

Porque te juro hijo mío,

Argentina está completa:

en la enseña azul y blanca.




miércoles, 18 de junio de 2008

sábado, 14 de junio de 2008

Kristina es la Nueva Evita


Evita que comas...
Evita que circules en las rutas...
Evita que andes en auto...
Evita que trabajes...
Evita que progreses y ganes dinero verdadero!!!!!
¿...no se dieron cuenta?

Nos están pagando con patacones!!!!! Miren sus ahorros recientes o sus bolsillos o billetera o los papeles que te da el cajero: son igualitos en todos los valores y no son falsificados!!!
Son simplemente bonos con validez hasta que se le ocurra al Banco Central o algún banco o al gobierno robarlos de nuevo...

Sacá todos tus billetes en una mesa con luz y mira del lado del barbudo, debajo de la cifra que dice en letras x ej cien pesos: en los bonos dice bien chiquito: convertibles de curso legal!!!!

Suerte si podemos en este país y x lo pronto sigamos viviendo!!

14 DE JUNIO, FECHA DE LA RENDICION ARGENTINA EN MALVINAS





La que sigue es una nota clarificadora publicada en el boletín "El Tamborcito de Tacuarí", órgano del Movimiento República Soberana, en Mayo de 2007 (páginas 6 y 7). Bajo el título "Malvinas y las Contradicciones de Nuestro Pueblo", el ex Mayor del Ejército Argentino Hugo Reinaldo Abete, ex jefe de Operaciones del Cuarto Operativo Dignidad de Diciembre de 1990, evalúa dos fechas trascendentales que tuvieron lugar dentro de la Guerra de las islas Malvinas: el 2 de Abril y el 14 de junio. A partir de ellas, entonces, el ex oficial sugiere que la primera representa a los argentinos que aman a su Patria, mientras que la segunda es la de los derrotados y de aquellos que prefieren mostrar al mundo una Argentina humillada y colonial, entregada para ser precisos. Muy interesante, por cierto, para meditar y pensar ante el advenimiento de un nuevo 14 de junio:


MALVINAS Y LAS CONTRADICCIONES DE NUESTRO PUEBLO


El último aniversario de la Guerra de Malvinas ha puesto nuevamente en evidencia, las contradicciones de nuestro pueblo. Ya es sabido que el tema Malvinas, lamentablemente, divide las opiniones de los argentinos en dos posiciones diametralmente opuestas. Para sintetizarlas las defino como los argentinos del 2 de Abril y los argentinos del 14 de junio.

Los argentinos del 2 de Abril son los que, más allá de los errores cometidos, ven a Malvinas como la gran Causa Nacional, a los muertos en la gesta, como nuestros héroes, sienten que nuestras tropas combatieron con denuedo, rescatan lo mejor y más profundo que nos dejó la guerra, siguen viendo a los ingleses como usurpadores y consideran que si algún día los argentinos llegamos a recuperar las islas, sin dudas, en gran medida, será por lo que se hizo en esta guerra.

Los argentinos del 14 de junio, son los argentinos de la derrota, los que piensan que la Guerra de Malvinas fue un error y que todo estuvo mal hecho, presentan a la acción de recuperar lo que nos pertenece por historia y derecho, como la locura de un borracho, hablan de nuestros soldados como los chicos de la guerra y de sus superiores como sádicos y cobardes, sólo destacan los errores y horrores de la guerra, la muerte, los mutilados, el hambre, el frío, las miserias humanas, etc., y sobre esos aspectos construyen su dialéctica.

Las autoridades militares y gobiernos democráticos que se sucedieron después de la guerra, fueron fieles representantes de Malvinas del 14 de junio. Por estar a tono con el pacifismo dialéctico que los poderosos de afuera nos imponen y que mentes confundidas de adentro aceptan, no han querido rescatar para las generaciones futuras lo mejor de Malvinas y se quedaron sólo con lo peor. Alfonsín quiso negar la existencia natural del 2 de Abril que finalmente terminó imponiéndose como el Día de las Malvinas; Menem buscando su re-reelección fue quien materializó la rendición final con sus traidores acuerdos comerciales con los ingleses y cuando envió al obsecuente y trepador general Balza a abrazarse con el comandante inglés; De la Rúa les quitó el grado militar a nuestros máximos próceres, los generales San Martín y Belgrano, para denominar a las bases antárticas. Y finalmente, Kirchner que se las da de tener un espíritu nacional y que sucumbe ante el odio de la ideología que profesa que es antimilitarista, antipatriótica y antinacional, fue quien eligió la película "Iluminados por el fuego" como versión oficial de la guerra, es decir, una visión de pobres soldaditos llorosos en manos de sádicos y cobardes oficiales y suboficiales. Jamás un reconocimiento a quienes dieron su vida en la guerra más allá de cualquier posición política, todo lo contrario. Para colmo, para el 25 aniversario de la guerra, cegado por la ideología, el gobierno le quitó la pensión a Nicolás Kasansew, quien fuera el primer corresponsal de guerra en las islas. Para intentar justificar semejante aberración y arbitrariedad se adujo que se la quitaron porque durante la guerra no transmitió la verdad de lo que sucedía. No sólo el fundamento es falso, sino que Kasansew cumplió con creces su misión de corresponsal y merece el mayor de los respetos entre los combatientes de Malvinas.

En síntesis, tanto en el tema Malvinas como en tantos otros, las contradicciones de nuestro pueblo están incentivadas por la misma clase política dirigente que, en su afán destructivo no ceja de resaltar sólo lo peor, a diferencia de la visión que tienen muchos países del mundo que reverencian al pueblo argentino por tomar la decisión de enfrentar al imperio anglonorteamericano y por haber combatido tan dignamente. Gloria y Honor a todos nuestros combatientes.

¡Por Dios y por la Patria!

Publicado por Agrupación Patriótica AURORA

¡ARRIBA LOS VALORES HISPANICOS!

BENDITA SEAS, SI, BENDITA SEAS...