Ya bajan los ingleses y ya vienen , ya atacan
y el aire se estremece con música de gaita.
Sin embargo , a las gaitas contestó un bordoneo
que llegó de la pampa y anidó en cada pecho.
Fue un punteo de tacuaras , contrapunto de balas,
con cielitos de fuegos y estilo de metralla.
Retumbó en cada esquina , clausuró los balcones,
se atrincheró en las calles , trepó a los miradores
y si fue silenciado por un rato en Perdriel,
hirviendo y clamoso bajó sobre el inglés,
desde cada azotea , desde cada balcón,
para hacerse alaridos en boca del cañon.
Se callaron las gaitas ... , el duro bordoneo
redobló en alegría de un triunfo con rasgueo.
El nombre de la Patria tomó esa tarde el nombre
de los nombres de pila que llevaban dos hombres :
Esa tarde la Patria se llamaba Santiago
y Martín para cada soldado.
Y eran todos soldados , los chicos y los grandes,
los muchachos , las viejas , las mozas y los frailes.
Un jardín de banderas tomado al invasor
a los pies de la Virgen como prenda quedó.
Y en el mundo se supo que atropellar la Patria
no era cosa de hacerse ... y sacarla barata.
Juan Luis Gallardo , Canto a la Patria Argentina
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