El diputado salteño predica el lema "familia y tradición", y afirma que ser homosexual "es una opción de vida, pero es antinatural". Dice que la ley de matrimonio gay destruye la sociedad.
"Tengo la cola cerrada y la mente abierta", reitera, vocifera y repite con la boca bien abierta el diputado nacional Alfredo Olmedo. A minutos de la marcha al Congreso en rechazo del matrimonio gay, el legislador salteño que predica el lema inmaculado de "familia y tradición" para todos, y que fue fotografiado en el famoso cabaret Cocodrilo, ahora habla con Perfil.com.
“Yo quiero ser bien claro con la frase esa. Yo puedo tener la mente abierta, pero no la mente abierta para ir contra natura. Ser homosexual es ir en contra de la naturaleza, eso es una realidad”, dice.
-¿Qué quiere decir?
-Ser homosexual es una opción de vida, pero es antinatural. Yo opino que con esta ley y con otras que están programando se destruye la sociedad, se destruye la familia.
-¿No cree que sus palabras son despectivas y que pueden molestar?
-También me puede molestar a mí que vengan por mis hijos a quererlos adoptar un hombre que gusta de otro hombre. Yo no soy despectivo, y lo vuelvo a repetir: Dios creó al hombre y a la mujer, no creó medio hombre, no creó al homosexual. Yo no estoy siendo despectivo, conmigo trabaja gente homosexual y yo hablo mucho con ellos y les planteo cuales son mis principios y están de acuerdo con eso.
-¿No cree que los homosexuales tienen que tener los mismos derechos que usted?
-Una persona que elije ser homosexual, ya él mismo sabe que no tiene los mismos derechos, porque no puede tener hijos y porque no puede tener familia.
-Pero pueden adoptar y formar una familia...
-No, bueno, pero no son hijos naturales como Dios lo ha concebido.
-¿No le parece que la construcción de la familia es una construcción social?
-La familia es una sola, es papá y mamá, un hombre solo o dos hombres o dos mujeres no pueden formar una familia. Usted no me va a convencer de que yo cambie, porque yo nací de una mamá y de un papá, entonces no me entra en la cabeza que aparezca una figura que no existe.
-No lo quiero convencer de nada, solamente le pregunto.
-Lo mío es muy claro, por ahí usted no me puede interpretar lo que quiero decir. No lo tome como una ofensa, yo no hablo despectivamente de los homosexuales. Y lo vuelvo a repetir: Tengo la mente abierta y la cola cerrada. Y la tengo bien cerrada. /Perfil.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario